Como todos los viernes en horas de la tarde, Sandra junto a sus dos hijos, Samantha y Thomas, preparaban la tradicional receta de pizza artesanal: cuatro quesos. Actividad que servía como terapia de unión familiar y que se alargaba por horas.
Cada miembro de la familia tenía la responsabilidad de poner los ingredientes de forma ordenada y en las porciones correctas para la elaboración de la masa, mientras que Sandra preparaba la pasta de tomate. Una vez que los ingredientes estaban juntos, hacía la mezcla, estiraba la masa y la volvía a amasar; posteriormente pre-calentaba el horno. Samantha ponía la pasta de tomate y Thomas colocaba los 4 quesos.
En una ocasión, el pequeño Thomas olvidó poner la cucharadita de levadura y le comentó a su madre, una vez que la pizza ingresó al horno. Los tres pensaron que no tendría mayor importancia. Lamentablemente, la pizza se convirtió en un bloque de concreto, era tan dura, que se podía perder la dentadura en el intento de arrancar un pedazo.
Aquella experiencia trajo muchas risas y convirtió aquella práctica familiar tradicional, en un hecho jocoso para contar miles de veces, a través de los años. Ninguno imaginó que una cucharadita de levadura, podría cambiarlo absolutamente todo.
Finalmente, la familia Ramirez terminó en el restaurante italiano más cercano y ninguno de los tres pidió pizza. La sobremesa se extendió, hasta que cerraron dicho restaurante, llegando al acuerdo de variar para próximas ocasiones, las recetas de preparación conjunta.
Esta corta historia, brinda más de una enseñanza, aplicada a hechos y realidades:
- Todo es parte de un todo.
Hecho: Los Ramirez desconocían que la levadura era tan importante para la masa de una pizza.
Realidad: En la vida hay hechos alegres y tristes que hacen valiosa tu vida. Es necesario pasar por duros procesos para que esas cicatrices, te fortalezcan y forjen tu carácter y personalidad.
- Actitud para enfrentar la vida.
Hecho: La pizza se convirtió en un bloque de concreto, imposible de comer. Sandra podría actuar de dos formas: castigar a sus hijos, hablar, gritar y convertir ese momento en un recuerdo triste o reírse y divertirse del descuido de todos.
Realidad: Tu eliges con qué actitud mirar los actos de tu vida: con dolor, con lástima o con alegría y risas. Elige la mejor forma de aprender y enseñar.
- Preparación a nuevos escenarios.
Hecho: La familia Ramirez, cambió los planes de comida en casa para comer en un restaurante italiano.
Realidad: Todo lo que pasa en tu vida te prepara para lo que viene, nunca dudes del proceso. Eres fuerte y valiente para enfrentar cualquier escenario de tu realidad.
- Disfrutar de lo bueno y lo malo, nada durará para siempre.
Hecho: Sandra tenía el título de adulto responsable de la familia, pero eso no significa que no pueda continuar aprendiendo de sus hijos y de sus propios errores; por eso eligió predicar con un recuerdo feliz, que dure en la mente de sus hijos.
Realidad: Relájate y disfruta, todo absolutamente todo te enseña, con el tiempo podrás apreciarlo con absoluta claridad.
- Asume con responsabilidad tus actos.
Hecho: Hubo una equivocación de Thomas al olvidar la cucharadita de levadura, su hermana Samantha y su mamá Sandra; no lo supervisaron. Así que el error fue de los tres.
Realidad: Asumamos las consecuencias de nuestros errores, no para castigarnos, ni ricriminarnos. Sí, para crecer, como seres humanos capaces de corregir y mejorar.
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