Uno de los deseos más comunes en las personas es ser feliz. Esa búsqueda de la felicidad es un objetivo habitual en todos. Y la pregunta clave es ¿Encontramos esa felicidad? ¿Somos felices? Pienso que para poder responder a esta pregunta es necesario saber:
¿Qué es la felicidad?
La felicidad es el estado emocional de una persona feliz. Es decir, es el estado en que se halla la persona que es feliz, que se siente feliz. Es una sensación de bienestar y satisfacción.
¿Dónde puedes encontrar tu felicidad?
Por eso, se vincula mucho con tu propósito de vida, porque cuando alcanzas tus metas, cuando logras convertir en realidad tus sueños, te sientes feliz, realizado y satisfecho.
El problema de ser feliz está en que creemos que la felicidad depende de lo externo y fomentamos creencias como “cuando tenga más dinero seré más feliz”, “cuando tenga otro empleo seré más feliz”, “cuando me aumenten el salario seré más feliz”; y resulta que cuando te aumentan el sueldo, automáticamente pensarás que serás feliz cuando te vuelvan a aumentar.
Lo que haces con todas estas creencias es limitar tu felicidad y caer en la trampa de que serás feliz cuando tengas lo que «no tienes», sin darte cuenta de que siempre carecerás de algo y, por lo tanto, bajo esa creencia, nunca serás feliz porque siempre te faltará algo.
También es un error creer que la felicidad es una meta, algo que se logra. La felicidad no es un resultado, es una forma de lograr los resultados en tu vida. La felicidad es parte del proceso, del camino hacia lo que quieres lograr.
La felicidad está vinculada con esa conexión contigo mismo, de estar en armonía contigo mismo para alcanzar tu desarrollo como persona y construir un entorno favorable en el cual logres todas tus metas y sueños.
Si piensas que ser feliz significa vivir en el éxtasis todo el tiempo caerás en el tercer error más común, porque es imposible sentirte en éxtasis y alegre en todo momento. Como ser humano vivirás momentos tristes, momentos difíciles, que tienes que enfrentar y sobreponer para continuar tu camino.
¿Cómo podemos ser felices?
Te propongo que en vez de buscar tu felicidad, la construyas día a día, y descubras que puedes ser feliz aquí y ahora. Que no tienes que buscarla, que ya eres feliz.
Ser feliz es un estado de bienestar. No es un objeto o algo que puedes encontrar como cuando sales a una tienda a buscar una camisa o un alimento para preparar un platillo. Por lo tanto, no la puedes encontrar porque la felicidad no se busca.
La felicidad no se busca porque se construye día a día a partir de cómo eres y cómo vives tu vida.
Pienso que la felicidad no es un lugar al que puedes llegar y decir “llegué a la felicidad”. Ni es una meta que puedes alcanzar un día. Es la forma en cómo vives tu vida. Es el estado de bienestar que tú mismo forjas a lo largo de tu vida.
El primer entorno determinante para ser feliz es el de la gratitud. ¿Eres agradecido? Si tu vida se desenvuelve en un entorno de agradecimiento en el cual expresas gratitud a la vida, a tu prójimo, a lo bueno que te sucede y que logras en tu vida es muy probable que te sientas feliz.
La gratitud es una muestra de aprecio por aquellos que hacen algo por ti. Es estar en paz con tu entorno, es estar consciente de la abundancia que posees. Ser agradecido te conecta con tu alegría, con tu calidez y con tu estado de bienestar.
El segundo elemento es cultivar el optimismo. Ser positivo. Una actitud positiva en tu vida te conduce a un entorno armonioso contigo mismo, conecta tus cualidades y tu esencia con lo que puedes lograr y con tu potencial. Es como no dejarle espacio a lo negativo, dicen los sabios chinos que si no quieres hierba mala en tu jardín no le dejes espacio para crecer.
Un tercer aspecto de la felicidad radica en despojarte del estrés. Muchas veces caemos en la trampa de pensar una y otra vez en lo mismo, atormentarnos con una situación reiteradas veces y repetirle a tu cerebro lo mal que resultó hacer algo o que algo negativo te sucedió. Generas en tu entorno un nivel de estrés y confusión que compite con tu estado de bienestar contaminándolo.
Otro elemento importante es tu entorno social. ¿Estás rodeado de personas positivas? ¿Cuentas con buenas amistades? O por el contrario, estás rodeado de personas que se creen inferiores, que creen que la vida es difícil, que todo es malo, que viven pendientes de las malas noticias y que no aportan nada a tu vida.
Se trata de establecer relaciones con personas honestas, compañeros de vida, de personas positivas que conformen un equilibrio de reciprocidad en lo amable, lo alegre, en estar ahí cuando cada uno necesita del otro.
Una cualidad que contribuye mucho con tu estado de bienestar es la resiliencia. Si bien es cierto que el dolor es parte de tu vida y es inevitable sentirlo en algunos momentos de tu vida, no menos cierto es que no puedes permitir que tu dolor se convierte en un sufrimiento que desfavorezca tu estado de bienestar.
Por eso es importante que tengas las energías suficientes para enfrentar y sobreponerte ante el dolor de forma positiva, solucionando lo que te genera ese trauma o dolor. La resiliencia se vincula con siete cualidades que puedes fomentar en tu interior y practicar ante el dolor y la adversidad:
- Iniciativa
- Independencia
- Introspección
- Relación
- Humor
- Creatividad
- Integridad
Un factor indispensable para ser feliz es aprender a perdonar. Sanearte interiormente de toda esa carga que llevas en tu ser y que te impide recuperar la paz que tenías antes de una ofensa, un insulto, alguna humillación o el perjuicio producido por alguien.
Perdonar es lo que haces por ti mismo, no lo haces por la otra persona que te hizo daño. Porque quedarte con ese odio interno o con ese sufrimiento te desfavorece más a ti que a la otra persona. Cuando perdonas dejas fuera de tu ser la hostilidad, los sentimientos depresivos y la ansiedad.
El siguiente elemento es disfrutar de la vida. Saborearla, degustar la alegría de vivir. La felicidad está aquí y ahora en el presente, no es un lugar al que llegaremos en el futuro ni es algo que lograremos, no está en ningún otro lugar que en tu presente.
Si no eres capaz de vivir feliz ahora, tampoco serás feliz mañana ni pasado mañana.
Tienes que enfocarte en vivir tu presente con todos sus sueños y todas sus fallas porque tú estás vivo ahora. La felicidad habita en la plenitud con que vivas tu presente, en lo consciente que estés de que estás vivo, de que eres agradecido, de que eres optimista, de que tu actitud es positiva y de qué sabes quién eres y cómo eres; y te aceptas tal cuál eres.
Un factor importante para ser feliz es cumplir tus propios sueños. No te traces como metas los sueños de otros, ni lo que otros esperan de ti, porque lo que harás es vivir la vida de otros y no la tuya. Nadie que se excluya de vivir su vida logrará ser feliz, porque descubrirás que cumpliendo los sueños de otros no lograrás sentirte satisfecho, por consiguiente, tampoco te sentirás feliz porque ese no era tu sueño.

La respuesta es SI. En ocasiones es difícil, a veces sentirás que no vives en armonía contigo mismo y que tu estado de bienestar se quiebra, sin embargo, dentro de ti está todo lo que necesitas para ser feliz.
Ser feliz es posible si eres consciente de ti mismo, si eres consciente de todo lo que puedes lograr en tu vida y si le otorgas a tu vida un sentido, un propósito de vida, que te convierte en la persona persona que quieres ser.
Ser feliz es estar consciente de que eres capaz de construir tu futuro y convertir tus sueños en realidad.
Y por último, quiero dejarte la pregunta clave: ¿Eres feliz?
Si lo eres, ya sabes que SI es posible. Y si NO lo eres, ¿qué esperas para ser feliz? ¿Qué la vida se te escurra por las manos? ¿Qué esperas para cambiar y cambiar tu vida? ¿Qué esperas para darle un sentido pleno a tu vida?… ¡Despierta!
¡Despierta! con Gustavo Eduardo / www.despiertavida.com / @despiertavida / Comunidad Facebook / despiertavida@gmail.com / Pinterest
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