En este lenguaje emocional, tu cuerpo comienza a sentir algunas emociones. Algunas de ellas, por un tiempo prologado, generas enfermedad. Por ejemplo, si por un tiempo prolongado, recibes un estimulo que produce estrés en tu cuerpo, y tú no escuchas este mensaje estresante ni actúas en consecuencia, con el tiempo, ese estrés afecta tu corazón.
Existen innumerables señales como dolor de cabeza, acidez, presión alta, dolor de espaldas… que se convierten en un lenguaje corporal que no escuchas, y cuando descubres que tu presión arterial ha subido, es cuando piensas “ahh… con razón el dolor de cabeza”.
¿Por qué pasas por alto un dolor de cabeza? Te tomas un calmante y crees haber resuelto el problema. Y un tiempo después, tu cuerpo vuelve a hablarte y tú te vuelves a tomar un calmante. Y años después, descubres que tu presión arterial está afectada por durante todos esos años dejaste que la preocupación, el estrés y la ansiedad enfermaran tu cuerpo. Y todo, por no escucharlo.
Existe una relación entre lo que sientes y tu cuerpo. Cuando sientes mucha tristeza por un tiempo prologado, esta tristeza afecta tus pulmones. El estrés, por un tiempo prologado, afecta tu corazón, el enojo por un tiempo prologado afecta tu hígado, tu frustración por un tiempo prologado afecta tu páncreas… y así podemos ampliar esta lista.
La pregunta más importante que deseo dejar en tu mente para que pienses en ti misma es ¿qué me está diciendo mi cuerpo en este momento y no lo estoy escuchando?
Si descubres la respuesta, este es el momento de tomar acción y comenzar a regular tus emociones. Recuerda que si sientes para ti es muy complejo hacerlo, puedes escribirme a gustavoeduardo@despiertavida.com.
Sanar tu interior es un proceso de auto-conocimiento emocional muy favorable para comenzar a crear la vida que deseas.